
Las Heroínas (Casi) Olvidadas de la Lucha Sindical
Erika Quinteros Lucas[*]

Filomeno Zubieta Nuñez
Irene Salvador
Grados nació en marzo de 1873 en Toma y Calla, aproximadamente a 140 km al
norte de Lima. Años después, la niña que creció dentro de una familia de
campiñeros y agricultores se convertiría en una de las protagonistas de la
huelga de 1917 en Huacho. Sin embargo, la mujer del norte chico del Perú que
ayudó a enrumbar el futuro de todo un país ha sido borrada de la historia
nacional.
Hace 100 años, el 15 de enero de 1919, se marca un hito en la historia sindical
de nuestro país, después de años de luchas, los obreros y obreras logran el
reconocimiento legal de la jornada de las ocho horas de trabajo, a nivel
nacional y para todas las personas. Sin embargo, cabe recordar que el año
anterior ya se había promulgado una ley que otorgaba la jornada de las ocho
horas para las mujeres y los niños. Por ello, es importante resaltar que la
conquista por las ocho horas no fue un momento esporádico ni ajeno a las
mujeres de aquella época, sino que estuvo marcado por una serie de reclamos
organizados que empezaron desde fines del siglo XIX y que con los años tomó
mayor fuerza. Es así que, entre 1910 y 1919, Perú fue el escenario de numerosas
movilizaciones donde hombres y mujeres obreras salían a las calles a exigir
condiciones laborales dignas.
En una época en la que las mujeres no teníamos derecho a elegir a nuestros
representantes políticos, Irene junto a otras trabajadoras llevaron la batuta y
eligieron representarse a sí mismas. Lamentablemente, mientras Irene marchaba,
300 efectivos armados obstaculizaron su paso y la asesinaron. Ese día también
murieron Manuela Chaflojo, Luz Díaz, Margarita Estupiñan, Isabel Rosadio, Maria
Lucho, Luisa Pérez, Jesús Pérez, Ruperta Pérez, etc. y por lo menos veinte más
quedaron heridos y heridas.
Si la historia sindical del Perú es raramente enseñada en los colegios, peor
aún el rol que las mujeres tuvieron en estas luchas históricas y heroicas. Un
estado patriarcal ha impulsado una mirada machista sobre la historia de nuestro
país, relegando a las mujeres a un segundo plano, exhibiéndolas como seres
distantes de la época en que vivieron, indiferentes ante todo acontecimiento
político, económico, social y cultural. Esta cultura falócrata profundiza en
los prejuicios que se tienen sobre el comportamiento de las mujeres. Por eso,
lamentablemente, no sorprende que en lo que va del año ya se han registrado 67
casos de feminicidio. Más allá de los números, cada una de esas vidas
representa el dolor de una mujer acosada, violentada y hostigada hasta ser
asesinada, significa que las mujeres corremos riesgos tanto dentro como fuera
de casa, significa que vivimos en una sociedad misógina en la que un puñado
machos y mujeres machistas (porque las hay) creen tener derecho sobre nuestros
cuerpos y pensamientos.
Por este motivo, cada día es más importante que hablemos sobre lo fundamental
de una educación con enfoque de género. Esto significa una educación en la que
niños y niñas conozcan la historia de mujeres y varones valientes, mujeres
líderes de su época que también dieron su vida por lo que creyeron justo.
Asimismo, es fundamental que a través de estas enseñanzas las niñas puedan
reconocer sus sentimientos y sueños en algunas de nuestras heroínas, motivarse
con sus hazañas y tenerlas como modelos de vida si así lo desean. Es clave, para
una sociedad saludable, que los niños entiendan que también hay un equipo de
fútbol femenino (aunque no lo pasen por la televisión), que está bien
emocionarse y llorar, que no tiene nada de malo que te guste el color rosa
porque eso no nos define como personas y lo más importante que nadie le
pertenece a nadie porque todos y todas somos seres humanos libres, con derechos
y deberes.
Aunque me gustaría poder hablar más de Irene, es muy poco lo que se ha podido
registrar de ella. Sin embargo, algunos libros importantes para aprender sobre
la vida de Irene y de otras mujeres heroicas son: “Luchas Sociales en el Perú
Huacho 1916-1917” e “Irene Salvador – La Huelga de 1917 en Huacho”, ambos de
Filomeno Zubieta y, “Mujeres en El Origen Del Movimiento Sindical: Crónica de
Una Lucha Huacho, 1916-1917” de Carolina Carlessi. A pesar de los pocos
registros sobre Irene, en su natal Santa María no la han olvidado. Una plazuela
y una calle llevan su nombre, también hay un busto alrededor del cual, todos
los años, se reúnen familiares, amigos y vecinos para homenajearla. Ojalá y en
los próximos años también veamos su nombre en los libros de historia escolares
para que niñas y niños se inspiren con esta gran mujer.
______________________________[*] Ingeniera, Magister en Gobernanza y Comunicación Política.